Ante la discusión actual por los nuevos libros de texto gratuitos (LTG), la Iglesia Católica exhortó a los involucrados en la impartición de la educación a dar un buen ejemplo a los niños, adolescentes y jóvenes, y que se priorice un diálogo fecundo y solidario.
En la editorial de su Semanario Desde la Fe, reiteró que aunque los libros son materiales auxiliares, la educación se da en el encuentro entre personas, y eso significa que padres de familia y maestros tienen una responsabilidad importante, para la que deben estar preparados.
Al respecto, señaló que varios sectores han manifestado su preocupación por el contenido y la calidad de los textos, que no incluyeron las voces de sectores especializados y expertos en la materia.
Sin embargo, indicó que a unas horas del inicio de clases, recordó que lo más importante son los niños, no los libros, que son únicamente una herramienta pedagógica.
«No queremos decir que se dejen de señalar las fallas y errores cometidos en la realización de los nuevos libros, sino que hay otras problemáticas que deberían atraer nuestra atención y darles relevancia», señaló la editorial.
«¿Los padres de familia están poniendo la suficiente atención a la educación de sus hijos? ¿Están dando un seguimiento a su proceso educativo, dentro del hogar y corresponsablemente con la escuela?», cuestionó.
La Iglesia Católica también llamó a los maestros a ser profesionales responsables y comprometidos con la formación de los estudiantes, y a las autoridades educativas a buscar consensos y trabajar por el bien de los niños y jóvenes.
«La educación es un bien social fundamental, que debe estar al servicio del desarrollo integral de las personas y de la construcción de una sociedad más justa y equitativa», concluyó la editorial.