La disputa entre los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Sinaloa por el control de las rutas de tráfico en la frontera entre México y Guatemala ha recrudecido en los últimos meses, generando una espiral de violencia que amenaza con desestabilizar la región de Chiapas.
El sábado 23 de septiembre, una fila de hombres y mujeres fue obligado a colocarse en dos filas en la orilla de la carretera de la comunidad conocida como Chamic, una de las puertas de entrada a la zona fronteriza. La mayoría con una mochila al hombro, trataba de ocultar su rostro con paliacates o cubrebocas ante la cámara que los grabó.
¡Puro Sinaloa!, gritaban algunos en alusión al CDS, mientras como si de un desfile militar se tratara, fueron desfilando camionetas adaptadas como tanquetas de guerra. A bordo de ellas hombres con uniforme tipo militar llevaban metralletas y otras armas largas.
Fue un mensaje de guerra dirigido al cártel contrario, el CJNG, quien desde hace poco más de cuatro años entró a la disputa por las rutas de tráfico que pasan por esta región colindante con la frontera de Guatemala.
El conflicto en la frontera dura ya más de dos años y el círculo rojo se va ensanchando. Desde la selva Lacandona, corazón simbólico del zapatismo, a San Cristóbal de las Casas, una de las joyas turísticas del sur del país, cada vez más territorios atravesados por las rutas hacia el norte viven una crecida de violencia.
Un nuevo ingrediente que sumar al cóctel explosivo que agita el Estado de Chiapas es: la crisis migratoria. El Estado también atraviesa una de las crisis más grandes de su historia. La crisis migratoria en la frontera sur de México, en Chiapas, se agrava con la presencia de más de 100 mil extranjeros según estimaciones de activistas.
La región es un paso obligado para miles de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. El flujo migratorio ha aumentado en los últimos meses, lo que ha generado tensiones con los grupos criminales que controlan las rutas.
A esto se suma el hecho de que Chiapas está en año electoral. Las elecciones estatales se celebrarán en junio de 2024 y la disputa por el control del territorio se ha convertido en un factor clave en la campaña.